En los vestigios del
arte maya encontramos seres humanos con características muy propias. De cabezas
alargadas, narices aguileñas, ojos rasgados, y con pómulos prominentes. ¿Qué
dicen los estudios sobre este aspecto? ¿Así lucían?
Cuando observamos el arte de la civilización maya, ellos son representados
de una manera muy particular, con características muy propias de esa
civilización, de acuerdo a sus creencias y su cosmovisión.
En los vestigios de la menciona civilización podemos observar personas con cabezas alargadas, narices aguileñas, ojos
rasgados, y con pómulos prominentes. De hecho, a los colonizadores europeos les
causó gran asombro, no solo la arquitectura de dicha civilización, sino también
sus costumbres y los aspectos físicos de sus pobladores. Para los europeos
debió ser realmente tan extraño poder observar todo eso dado a sus costumbres
occidentales.
Esto es lo que Hernán Cortés le comentó al emperador de España en una de
sus cartas:
... es una gente de mediana estatura. de cuerpos y gestos bien
proporcionada, excepto que en cada provincia se diferencian ellos mismos los
gestos. unos horadándose las orejas y poniéndose en ellas muy grandes y feas
cosas, y otros horadándose las temillas de las narices hasta la boca, y
poniéndose en ellas unas ruedas de
piedras muy grandes que parecen espejos,
y otros, se horadan los bezos de la parte de abajo hasta los dientes, y cuelgan dellos unas grandes ruedas de piedras
o de oro, tan pesadas, que les traen los brazos caídos y parecen muy disformes
(citado en D’Olwer, 1963). (Fuente)
Por los testimonios coloniales, sabemos de las antiguas poblaciones mayas
gracias a su arte. Algunos retratos, pintados sobre cerámica o materializados
en máscaras de estuco y figurillas de barro, destacan por su gran detalle y
fidelidad anatómica, Tienen valor no sólo por su arte sino como testimonio
fehaciente de los antiguos cánones bioculturales y de la fisonomía maya, cuyas
características aún se conservan en el físico de los grupos mayances actuales,
afirma el portal de Arqueología Mexicana.
Los estudiosos afirman que nunca existió un aspecto externo uniforme, porque
el mundo maya era habitado por grupos heterogéneos. Ellos suponen que las
personas afectadas por alguna enfermedad que provocaba deformaciones, como los
enanos o los jorobados, desempeñaban un papel social y ritual muy especial
dentro de la sociedad maya prehispánica.
Sus características eran: ojos almendrados, pómulos prominentes, cabeza
alargada (muy alargada), estatura relativamente baja (hombres de 1.60 en
promedio y mujeres de 1.50), nariz aguileña, etc. Los mayas desde el Preclásico
Temprano (2000-1000 A.C) cumplían con esas características.
Otras características era que poseían cicatrices y tatuajes decorativos, dejaban una marca permanente en la piel. Igualmente, la colocación de ornamentos en la nariz, los labios, la frente y las orejas requería una perforación previa que resultaba en la extensión permanente de los epitelios afectados, explica el portal de Arqueología Mexicana.
Por su parte, fray Diego de Landa refiere que las madres volvían bizcos a
sus hijos mediante cuentas de cera que colgaban entre los ojos infantiles.
Los mayas hicieron adecuaciones a
sus cráneos y dientes muy similares a lo que apreciamos en su arte.
Esto afirmaba Fray Diego de Landa sobre la deformación craneal que se
hacían los mayas (antes de los tres años porque es cuando la cabeza es más
flexible):
… a los cuatro o cinco días de nacida la criaturita poníanla tendidita en
un lecho pequeño, hecho de varillas, y allí, boca abajo, le ponían entre dos
tablillas la cabeza: la una en el colodrillo y la otra en la frente entre las
cuales se la apretaban tan reciamente y la tenían allí padeciendo hasta que
acabados algunos días les quedaba la cabeza llana y enmoldada, como la usaban
todos aquellos. (Landa, 1982). (Fuente)
¿Cómo deformaban su cabeza?
Otras antiguas civilizaciones como la Inca o la egipcia también presentaban
deformaciones craneales, muy parecidas
alos pobradores de la civilización Maya. Según el investigador Arturo
Romano una de las maneras consistía “en comprimir la cabeza de los niños recién
nacidos, aprovechando su plasticidad, ya fuera aplicando simplemente dos planos
compresores, uno anterior y otro posterior, sostenidos de manera sencilla o
complicada, vendando la cabeza con bandas bien ajustadas o empleando gorros o
cofias”. Se cree que la adecuación la hacían con fines sociales de identidad
comunitaria.
Las investigaciones arrojaron un uso general de deformación de la cabeza de
los niños de antes de los tres años en el periodo preclásico temprano
(2000-1000 A.C) del tipo tabular erecta, como muestra en esta fotografía.
Al terminar este periodo la deformación se hizo de tipo tabular oblicua, como se muestra en esta fotografía.
Al terminar este periodo la deformación se hizo de tipo tabular oblicua, como se muestra en esta fotografía.
Arturo Romano da una definición general del proceso de deformación, que
consistía “en comprimir la cabeza de los niños recién nacidos, aprovechando su
plasticidad, ya fuera aplicando simplemente dos planos compresores, uno
anterior y otro posterior. sostenidos de manera sencilla o complicada. vendando
la cabeza con bandas bien ajustadas o empleando gorros o cofias” (Romano, en
Comas, 1974). (Fuente)
Los mayas se hacían incrustaciones dentales
Otra de las características muy peculiares es que los mayas se hacían incrustaciones
de ornamentos de piedras semi-preciosas en los dientes, como jadeíta, pirita,
hematite o turquesa, como se muestra en la siguiente imagen.
Algunas otras características:
No tenían barba, ya que a los niños les quemaban la cara con paños
calientes para que no creciera.
Se ponían adornos en las orejas y la nariz haciéndose perforaciones, a
veces también lo hacían con el labio inferior.
Los elementos más comunes para vestirse eran ligeros trajes de tela de
algodón, mantas de plumas o pieles de animales. Sobre la cabeza se ponían
cascos o tocados de plumas que representaban la cara de animales. Hombres y
mujeres usaban el pelo largo que a veces trenzaban y recogían.
La forma de vestirse representaba el rango, ya sea social, político o
económico, de la persona.
Fuentes consultadas: www.masdemx.com/ www. arqueologiamexicana.mx/
Referencia: Tiesler Blos, Vera, “El aspecto físico de los mayas”, Arqueología
Mexicana, núm. 28, pp. 14-19.
Imágenes: Rafael Dorantes; Vera Tiesler
Imagen de portada: Rafael Dorantes
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