Cuando los españoles llegaron a Tenochtitlán, el 8 de noviembre de 1519, quedaron
tan impresionados que algunos de los soldados pensaron que estaban soñando; “Fue
todo tan maravilloso que no sé cómo describir este primer destello de cosas que
nunca oí o, nunca visto, y nunca antes soñado... ", escribiría uno de
ellos.
Tenochtitlán, la gran
capital de los mexicas (como se referían a sí mismos los aztecas), se convirtió
en una de las ciudades más importantes del mundo prehispánico. La ciudad era
tan avanzada, bien diseñada y construida de manera intrincada que al llegar a
la ciudad los españoles, el 8 de noviembre de 1519, dijeron que era la ciudad más hermosa que habían
encontrado, comparable a Venecia. De hecho, Tenochtitlan se conocería más tarde
como la Venecia del Nuevo Mundo.
Después de
una peregrinación de más de 200 años donde los aztecas viajaban desde el norte
de Mesoamérica, los mexicas llegaron a la Cuenca de México, entonces conocida
como Anáhuac.
Alrededor
del año 1325, se cree que los mexicas se asentaron en un islote en el lago de
Texcoco, donde vivían a cambio de pagar tributo a los tepanecas de
Azcapotzalco.
Aquí es
donde la historia de Tenochtitlán comienza a convertirse en leyenda, ya que
Huitzilopochtli, uno de los principales dioses de los mexicas supuestamente se
comunica con un sacerdote de los mexicas durante el viaje hacia el sur, y envía
una señal donde finalmente deberían asentarse los aztecas, construyendo su
nueva ciudad.
Este signo
divino consistía en un águila de pie sobre un cactus, devorando una serpiente.
En el lugar
donde los mexicas encontraron esta señal, fundaron la ciudad de
México-Tenochtitlan y construyeron una pirámide conocida hoy como Templo Mayor.
Maqueta del distrito de templos de Tenochtitlan en el Museo Nacional de
Antropología. Crédito de la imagen: Wikimedia Commons / Public Domain.
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1.-Tenochtitlan inspirado en Teotihuacan
Cuando los
mexicas arribaron al Valle de México en el siglo XIII, Teotihuacán ya estaba
extinta por siglos. Sus enormes pirámides estaban cubiertas de ruinas y
cubiertas de maleza; vestigios de una antigua gran civilización.
Según el
arqueólogo y antropólogo Eduardo Matos Moctezuma, en su libro Tenochtitlan, los
aztecas encontraron sus restos y, sin saber quién los había construido,
atribuyeron su creación a los dioses. Su admiración fue tan grande que copiaron
el diseño anterior para la nueva ciudad. Prueba de esto son más de 40 objetos
que se cree que se originaron en Teotihuacán, que se encontraron entre las
ruinas del Templo Mayor. Esto nos dice que los mexicas ayudaron a Teotihuacan
en gran estima.
Lo primero
que hicieron los aztecas, una vez que Huitzilopochtli indicó el sitio apropiado
para fundar la nueva ciudad, fue construir un templo en honor a este dios. Los
aztecas construyeron su templo más destacado, una pirámide conocida hoy como
Templo Mayor en el lugar exacto donde vieron un águila parada sobre un cactus,
devorando una serpiente.
3.-El Templo Mayor, la joya de Tenochtitlan
El Templo
Mayor, la gran pirámide de Tenochtitlán, fue el sitio religioso más importante
de los mexicas; estaba ubicado en el cruce de los dos ejes principales de la
ciudad, y era el elemento central de la ciudad. El Templo Mayor eventualmente
sería destruido después de que los españoles conquistaran la ciudad, ya que
estaban haciendo espacio para una catedral.
4.-Tenochtitlan se dividió en cuatro sectores
Dejando el
templo de Huitzilopochtli al centro, la nueva ciudad se dividió en cuatro
barrios principales: Moyotlan, Teopan, Atzacualco y Cuepopan.
5.-Los aztecas construyeron cuatro grandes calzadas
Justo
después de dividir la ciudad en cuatro sectores específicos, los antiguos
aztecas procedieron a crear cuatro calzadas que se orientaron hacia los cuatro
puntos cardinales. El de Tepeyac estaba al norte, el de Iztapalapa al sur, el
de Tacuba al oeste, y había uno más pequeño al este.
Un mapa de la antigua ciudad de Tenochtitlan. Crédito de la imagen: Reddit.
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6.-Un intrincado sistema hidráulico
Cuando los
conquistadores españoles llegaron a Tenochtitlán, se dieron cuenta de que los
mexicas habían construido un excelente sistema hidráulico, ya que tenían que
evitar que el agua salada inunde la ciudad. Este sistema hidráulico les
permitió también canalizar agua dulce para consumo humano.
7.-Tenochtitlan tenía una ciudad gemela
Lo que pocos
saben es que, pocos años después de crearse el asentamiento de Tenochtitlan, un
grupo de colonos descontentos se separó del grupo original y fundaron, en 1337,
la ciudad de Tlatelolco, que se convertiría en rival de Tenochtitlan.
8.-Acamapichtli, el primer tlatoani (gobernante)
Hacia 1368
murió el sacerdote Tenoch, que había guiado a los mexicas en su peregrinación,
por lo que el grupo se vio obligado a elegir un nuevo líder. La gente se
dirigió al señor de Culhuacan, Nauhyotl, para elegir el primer tlatoani de
Tenochtitlan, cargo que eventualmente sería ocupado por un hombre llamado
Acamapichtli que reinó durante 19 años.
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9.-Independencia de Tenochtitlan
Durante años
después de que se estableció la ciudad, los mexicas continuaron rindiendo
homenaje a la gente de Azcapotzalco. La situación entre los dos pueblos era
tensa, hasta que en la década de 1420 Tenochtitlan se rebeló por su
independencia y logró consolidar una alianza con la ciudad de Texcoco.
10.-Los españoles quedaron impresionados con Tenochtitlan
Bernal Díaz
del Castillo dejó testimonio de la impresión que dejó Tenochtitlán en los
invasores españoles:
“Cuando vimos todas esas ciudades y pueblos construidos sobre el agua; y las otras grandes ciudades en tierra firme, y esa calzada recta y llana que conduce a México, estábamos asombrados. Estas grandes ciudades, santuarios y edificios que surgían del agua, todos hechos de piedra, parecían una visión encantada de la historia de Amadis. De hecho, algunos de nuestros soldados preguntaron si no todo era un sueño. Por tanto, no es de extrañar que deba escribir en este sentido. Todo fue tan maravilloso que no sé cómo describir este primer destello de cosas nunca oídas o nunca vistas y nunca soñadas antes.”
Fuentes: www.curiosmos.com
Ilustración de portada: Tenochtitlan, Oleo de Covarrubias
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